Evangelium

"Dad y se os dará" Jesús nos vuelve a recordar el proposito de nuestra vida, mirar al cielo y no a los hombres, somos hijos de Dios y nuestro objetivo debe ser lograr la vida eterna con Él. Por eso nos recuerda cuales son nuestras ataduras, pensar como los hombres y en cosas de hombres. La pregunta es sencilla, la respuesta no tanto ¿le sigues?

"Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios" Dios nunca promete en falso, Él sabe lo que dice y es consecuente con ello. Quien viva la pobreza estará cerca de Él. A veces son las cosas cotidianas las que nos apartan de Dios, las que le dejan relegado en un segundo plano. ¿Qué estás dispuesto a entregar?

"Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red." Aprender a dejar las cosas en Cristo, es una virtud que comparten todos los santos, es saber que tenemos al mejor aliado y que queremos unirnos a Él. Debemos ser como Pedro en ese momento: "Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes"  Pedro confía, porque sabe que sin Dios sus esfuerzos son inútiles. En ocasiones nos deseperamos porque nuestros esfuerzos no son recompensados como querríamos. Pero... ¿has dejado entrar a Dios en ellos? ¿Has confiado tu proyecto con el corazón abierto?

"Hoy se cumple esta escritura que acabaia de oir" Es curioso como culmina el Evangelio de este domingo: el Señor se aleja. Sí, se aleja de aquellos que no quieren  comprender su Misión y que deciden que salga de su pueblo, de sus vidas.  Él nos recuerda que su Misión es la nuestra y debemos darle respuesta.  No dejemos que se aleje de nosotros.